Nos
engañó la maestra. Ni todos los pajaritos dicen pío pío ni
los perros guau ni los gatos miau ni los patitos viajeros pueden entenderse a
base de cua cuas cuando salen a conocer mundo. Resulta que
los animales hablan idiomas. Al menos, nosotros los humanoides, hemos hecho que los hablen.
Las
onomatopeyas, esas formas lingüísticas que imitan o recrean el sonido de algo
en el vocablo que se forma para significarlo, son un recurso que todas las
lenguas utilizan para crear palabras. En idiomas como el japonés, por ejemplo,
existen tantas que incluso términos tan simples como ‘caminar’ se pueden
expresar hasta de 17 formas distintas, permitiendo diferenciar así desde los
pasos de un bebé al andar acelerado de un adulto, pasando por el lacónico
arrastramiento de pies en el piso del desconsolado.
Fuente
/ Leer más:
http://www.yorokobu.es/los-cerdos-japoneses-no-dicen-oink/ (online 1/11/13)
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