Discurso de Apertura
Conforme al espíritu de la ley de Educación Nacional que en su artículo octavo establece que “La educación brindará las oportunidades necesarias para desarrollar y fortalecer la formación integral de las personas a lo largo de toda la vida y promover en cada educando la capacidad de definir su proyecto de vida, basado en los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad, justicia, responsabilidad y bien común.”, se plantea la necesidad de profundizar sobre el trabajo en proyectos y su planificación como medio óptimo para alcanzar el desarrollo al que se hace referencia.
Consideramos reflexionar sobre la experiencia docente en el campo del trabajo en proyectos articulados, examinando los factores que lo dificultan y proponiendo estrategias para su mayor y mejor implementación.
La ley de Educación Nacional también propone, en el cap. 2, inc. 11:
· “Concebir la cultura del trabajo y del esfuerzo individual y cooperativo como principio fundamental de los procesos de enseñanza-aprendizaje.”
· “Desarrollar la capacidad de expresión y comunicación a través de los distintos lenguajes, verbales y no verbales: el movimiento, la música, la expresión plástica y la literatura.”
· “Favorecer la formación corporal y motriz a través de la educación física.”
· “Propiciar la participación de las familias en el cuidado y la tarea educativa promoviendo la comunicación y el respeto mutuo.”
Todos estos aspectos fundamentan la necesidad de adaptar, cambiar, reelaborar actividades, a través de la capacitación y actualización, para lograr desarrollar al máximo las capacidades de creatividad y comunicación de los docentes de cada área. El trabajo en proyectos es el medio para acercarse a esta concepción de educación integral.
Sobre la base del concepto de Educación Integral plasmada en la Ley de Educación, debemos comprender que el alumno, para aprender, necesita incentivos de diferentes áreas del aprendizaje. Estos incentivos están dados por Prácticas del lenguaje, Matemática, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Idioma Extranjero, Educación Tecnológica, Educación Musical y Educación Física acompañados por el uso de recursos institucionales como es la Biblioteca Escolar y otros como las Tics.
Focalizando en Prácticas del lenguaje, tanto en la lengua de escolarización como en la lengua extranjera es importante hacer hincapié al contexto exolingue en que se enseña la segunda lengua en nuestro país. Los niños solo hacen uso de la misma en la escuela y reciben enseñanza especializada en cada área, utilizando diferentes recursos.
Esa enseñanza no debe ser brindada a modo de islas, sino a modo de red. Por ejemplo, en Lenguas Extranjeras los contenidos están dentro de las Áreas de Experiencia del Diseño Curricular que forman parte del universo discursivo de los alumnos. Esas áreas de experiencia están relacionadas con el conocimiento del mundo y a su vez estas forman parte de contenidos de otras asignaturas, de modo que el niño aprende muchas veces un contenido a través de diferentes escenarios.
Para que esto sea posible es primordial un trabajo colaborativo y cooperativo entre los docentes.
Es importante destacar aspectos del aprendizaje cooperativo. Este aprendizaje requiere la participación directa y activa de los estudiantes. Al igual que los alpinistas, los alumnos escalan más fácilmente las cimas del aprendizaje cuando lo hacen formando parte de un equipo cooperativo. La cooperación consiste en trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes.
El “aprendizaje colaborativo” al que hacemos referencia , es la consecuencia natural y el objetivo del trabajo mediante proyectos integradores. Los elementos claves para este tipo de aprendizaje son que el grupo persiga un objetivo común y comparta recursos e información (interdependencia positiva), se ayuden unos a otros a trabajar de manera más eficiente (promoción a la interacción), que cada cual se responsabilice de su aportación (responsabilidad individual) y que cada estudiante sea capaz de mantener una buena relación de cooperación y esté dispuesto a dar y recibir comentarios y críticas sobre sus aportaciones (interacción positiva).
El logro de este tipo de aprendizaje se sustenta en los conocimientos, las experiencias y los ambientes de trabajo que las escuelas proporcionen a los alumnos. Su cumplimiento se apoya en la posibilidad de que cada escuela elabore una propuesta pedagógica dentro de los marcos que prescribe el Diseño Curricular; si analizamos algunos de los propósitos que se mencionan en él, encontraremos que apuntan, sin duda, al tipo de aprendizaje colaborativo del que hablamos.
Conforme al espíritu de la ley de Educación Nacional que en su artículo octavo establece que “La educación brindará las oportunidades necesarias para desarrollar y fortalecer la formación integral de las personas a lo largo de toda la vida y promover en cada educando la capacidad de definir su proyecto de vida, basado en los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad, justicia, responsabilidad y bien común.”, se plantea la necesidad de profundizar sobre el trabajo en proyectos y su planificación como medio óptimo para alcanzar el desarrollo al que se hace referencia.
Consideramos reflexionar sobre la experiencia docente en el campo del trabajo en proyectos articulados, examinando los factores que lo dificultan y proponiendo estrategias para su mayor y mejor implementación.
La ley de Educación Nacional también propone, en el cap. 2, inc. 11:
· “Concebir la cultura del trabajo y del esfuerzo individual y cooperativo como principio fundamental de los procesos de enseñanza-aprendizaje.”
· “Desarrollar la capacidad de expresión y comunicación a través de los distintos lenguajes, verbales y no verbales: el movimiento, la música, la expresión plástica y la literatura.”
· “Favorecer la formación corporal y motriz a través de la educación física.”
· “Propiciar la participación de las familias en el cuidado y la tarea educativa promoviendo la comunicación y el respeto mutuo.”
Todos estos aspectos fundamentan la necesidad de adaptar, cambiar, reelaborar actividades, a través de la capacitación y actualización, para lograr desarrollar al máximo las capacidades de creatividad y comunicación de los docentes de cada área. El trabajo en proyectos es el medio para acercarse a esta concepción de educación integral.
Sobre la base del concepto de Educación Integral plasmada en la Ley de Educación, debemos comprender que el alumno, para aprender, necesita incentivos de diferentes áreas del aprendizaje. Estos incentivos están dados por Prácticas del lenguaje, Matemática, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Idioma Extranjero, Educación Tecnológica, Educación Musical y Educación Física acompañados por el uso de recursos institucionales como es la Biblioteca Escolar y otros como las Tics.
Focalizando en Prácticas del lenguaje, tanto en la lengua de escolarización como en la lengua extranjera es importante hacer hincapié al contexto exolingue en que se enseña la segunda lengua en nuestro país. Los niños solo hacen uso de la misma en la escuela y reciben enseñanza especializada en cada área, utilizando diferentes recursos.
Esa enseñanza no debe ser brindada a modo de islas, sino a modo de red. Por ejemplo, en Lenguas Extranjeras los contenidos están dentro de las Áreas de Experiencia del Diseño Curricular que forman parte del universo discursivo de los alumnos. Esas áreas de experiencia están relacionadas con el conocimiento del mundo y a su vez estas forman parte de contenidos de otras asignaturas, de modo que el niño aprende muchas veces un contenido a través de diferentes escenarios.
Para que esto sea posible es primordial un trabajo colaborativo y cooperativo entre los docentes.
Es importante destacar aspectos del aprendizaje cooperativo. Este aprendizaje requiere la participación directa y activa de los estudiantes. Al igual que los alpinistas, los alumnos escalan más fácilmente las cimas del aprendizaje cuando lo hacen formando parte de un equipo cooperativo. La cooperación consiste en trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes.
El “aprendizaje colaborativo” al que hacemos referencia , es la consecuencia natural y el objetivo del trabajo mediante proyectos integradores. Los elementos claves para este tipo de aprendizaje son que el grupo persiga un objetivo común y comparta recursos e información (interdependencia positiva), se ayuden unos a otros a trabajar de manera más eficiente (promoción a la interacción), que cada cual se responsabilice de su aportación (responsabilidad individual) y que cada estudiante sea capaz de mantener una buena relación de cooperación y esté dispuesto a dar y recibir comentarios y críticas sobre sus aportaciones (interacción positiva).
El logro de este tipo de aprendizaje se sustenta en los conocimientos, las experiencias y los ambientes de trabajo que las escuelas proporcionen a los alumnos. Su cumplimiento se apoya en la posibilidad de que cada escuela elabore una propuesta pedagógica dentro de los marcos que prescribe el Diseño Curricular; si analizamos algunos de los propósitos que se mencionan en él, encontraremos que apuntan, sin duda, al tipo de aprendizaje colaborativo del que hablamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario