Desde el año pasado, decidí incursionar en la docencia pública. Me encuentro varias veces por semana frente a grupos de 30 o más alumnos de los primeros años de la escuela secundaria, de entre 12 y 17 años (muchos repetidores), con las características madurativas de cualquier adolescente, pero con realidades totalmente diferentes a las que estoy acostumbrada.
Cada semana dedico tiempo y esfuerzo pensando las clases, tratando que sean interesantes y a la vez provechosas para mis alumnos. Me pregunto: "Les interesará esta actividad, este juego, este tema?", "De qué manera puedo hacer mi clase más significativa para su realidad?" Intento seguir el diseño curricular, pero me encuentro con que es casi imposible. Los chicos vienen de la escuela primaria sin haber adquirido nociones mínimas, sobre todo a nivel oral y auditivo. No entienden y menos producen. Sí están acostumbrados a copiar o escribir, sin entender.
Intenté conversar con colegas y la respuesta que recibí fue "noooo, estos pibes no aprenden nada, ni te preocupés!".
Me gustaría intercambiar ideas con docentes que se encuentren en las mismas condiciones. Tengo la esperanza de que juntos podremos mejorar esta situación. No me resigno a abandonarlos o descuidarlos!!
Silvana Rodríguez
Responder añadiendo un comentario a esta entrada y/o escribiendo a la docente a silvana_rob (arroba) hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario